Amigos por Ritman

-¿Puede una personar hace su vida normal y, sin embargo, seguir  de algún modo hipnotizada?-pregunto así, de primeras, a Benjamin Cooper, que interrumpe su toque de trompeta.

-perdona…estaba con Gillespie.

-un honor que dejes a Guillespie por mí

-no te emociones, Liam. Cuando uno lleva a alguien tan dentro como yo a Dizzy nunca lo deja…simplemente suspende el contacto. Pero ten por fijo que se lo llevará con él hasta la eternidad. Lo que no ocurrirá contigo…¿decías?

Me mira con una arrogancia impropia de su silla de ruedas. Entendedme, mansheónicos todos, la mirada de un inválido en silla de ruedas viene desde abajo, como las cosas humildes. Pero Benjamin Cooper es mucho Cooper y mucho Benjamín. Tiene genes de príncipe africano.

Reculo un poco y me hago yo el humilde.

-Pues te decía, mi amigo…

-¿Amigo dices?

-Así te creo. ¿no somos amigos?

-Mmm… digamos que estoy en ello. Tendrás que esperar a que te elija. Porque , evidentemente, tú ya me has elegido. ¿Sabes? La amistad es la única relación en donde se elige. La familia es otra cosa…

-por supuesto. La familia se te da. Pero…¿y el amor?

-llevo algunos días sin verlo---se ríe y se encorva aun más, como un escarabajo negro, al que , por cierto tengo mucho cariño. Pero estamos discutiendo y eso es lo primero.

-No te hagas el gracioso.

-¡Soy gracioso, no me lo hago!

-Anda ya…Contesta. ¿El Amor no se elige?

-Nunca. Es el Amor quien te elige. Nunca es premeditado, y lo sabes…¿A quien amas tú, por ejemplo?

Si él está chistoso yo no voy a ser menos.

-Yo nunca amo por ejemplo. Liam Walls cuando ama es que ama de verdad.

Intento una burla  remedando sus anteriores carcajadas, pero me tiene ganada la partida porque conoce mi secreto.

-No hace falta que me lo digas, que lo sé. Amas a Marion. Y dime , dile ahora a tu amigo Ben- te informo de que acabo de aprobar tu solicitud de amistad para la que ni curriculum presentaste-, dime si ni en tus más inexplicables fantasías amorosas pensaste alguna vez en ella como pareja…

-pues, en principio…- vacilo

-Nunca. Nunca hasta que el amor te eligió. ¿Y sabes que te digo, amigo? Que esta vez el amor te ha premiado con el gordo… bueno, te habría  premiado si ella te amase,  que no sabemos. ¿O sabemos?

-No. No sabemos.

-Pues lo que sí sabemos, contestando desde nuestra amistad a tu pregunta, que no te creas que no la he oído, guillespiana trompeta aparte, una persona puede realizar una actividad normal y rutinaria y continuar en periódo hipnótico. Es lo que le ocurre a tu amada Albritch, que por ella preguntas…

Me asombra la clarividencia de Benjamin. Bueno, más que asombrarme, me impresiona la constatación. Tiene unos ojos escondidos y penetrantes, una nariz aguileña y una boca que os describiría si no hubiera empezado de nuevo con la trompeta.

-¿Quieres parar con Guillespie? Únicamente  me has confirmado algo conocido por mí. Quiero más datos, que tú te las das de experto en eso.

Acaba un solo ( todo son  solos, yo ni siquiera estoy silbando y los pájaros pasan, o se posan) y me contesta

-Vudú

-¿Cantaba la rana?

Vuelve a retorcerse de hilaridad el viejo escarabaja guillespiano.

-No. Que lo mío es el vudú. Y, bueno, también lo suyo. Yo entiendo de Vudú y ella lo está padeciendo. De una especie terrible, procedente del mismo centro de Africa. Y de la que le va a ser difícil librarse.Y sabes quien pienso que es el inductor.

-Si. El Conde Thorn.

-Vaya, no eres tonto.

-¿Tendrías tú un tonto por amigo?

-Mmmm… dependería mucho de su cuenta corriente.

-No te burles, Benjamín- le miro con airada sobreactuación- Tienes que ayudarme a sacar a Marion del kerildiano influjo.

-¿Supones que podré hacerlo? ¡Sólo soy un pobre viejo inválido!

-Pobre…tendría que verlo…viejo…según con quien te compares…Inválido…tendría que ver si no te lo estás haciendo. Cualquier día arremeto con mi coche  a toda velocidad hasta  tu silla.

Vuelve a tocar con la trompeta una marcha bufa

-¿Harías eso con un amigo?

-Lo haría y lo haré si no me ayudas en lo de Marion, en nombre, precisamente , de nuestra amistad.

Ritman