Atrapada en un lugar del espacio-tiempo indeterminado, la mansión —cuyos habitantes no pueden abandonarla pues han sido seducidos por ella —, puede despertar en cualquier lugar o época de un modo imprecedible. Eso lo decide la pluma del escritor o escritora que se aloje en Mhanseon. Pero… ¿quién vive en la mansión? Pasa y lo comprobarás.

7 de marzo de 2012

Mhanseon`s Memories: Gato negro por Ritman


Recuerdo que una vez, en mi otra vida, me crucé con un gato negro. Incluso eso me inspiró un poema .
“Hoy me crucé con un gato negro
/pobre gato negro ambulante/
Va a tener muy mala suerte/
de aquí en adelante”.

No creía, por entonces, en las supersticiones y sí en los gafes. Me consideraba un gafe incluso para los gatos negros. Las tornas han cambiado. Ahora que soy invisible en la noche, que la noche es mi dueña y señora, mi hábitat y mi alimento,  que soy todo noche si no abro los ojos sé la única verdad (): esta superstición sobre los gatos negros es cierta. Traen mala suerte. Van cargados de ella. Llevan un gafe dentro. Reencarnado.

Solamente cuando abro los ojos la luz que en ellos se refleja delata mi presencia. Una presencia que, por otro lado, es etérea. Porque pesa poco.  Veintiún gramos exactamente. Lo que dicen, pesa el alma de un hombre. Porque soy un gato negro, soy un gafe eterno y también soy el alma de un hombre.

No hay un plan en previo en los movimientos de un alma en pena. Incluso lo de la pena es discutible. Un alma que abandona el cuerpo mortal por muchas y variadas razones que ahora no vienen a cuento más valdría llamarla alma en júbilo.  El júbilo de estar periódicamente ( como es mi caso, puesto que abandono la osamenta de mi señor, el gran  arrogante y pedante  Liam Walls, cuando duerme) desatada. Y. últimamente  Liam no duerme mucho, por su problema con la espalda. Pero las ya cada vez más contadas veces en el que después de todo el sueño vence al sordo dolor, al rutinario dolor de fondo, os lo repito, escapo al primer ronquido y me encarno en  carnívoro felino, como no podría ser de otra forma procediendo de un hombre que jamás come verduras.
No es este apetito carnal el único que me llevo, como liviano equipaje en el viaje hombre- gato, cada vez que, por decirlo coloquialmente, mi señor Walls la está sobando. La cuasi enfermiza y fetichista atracción que Liam siente por Marion Albrich, el  ama de llaves ha imprimido ( digo imprimido y no impreso igual que se dice deprimido y no depreso y  del mismo modo que a ninguna mujer cuando está comprimida por ,supongamos el corsé,  se le ocurre decir que está compresa…-opresión esta también mensual y-deseable en las honestas-, regular-),ese confesado deseo por Marion ha teñido este alma de carnalidad sedienta.

Y cada noche, al primer ronquido de Liam hay un gato negro fantasmal, liviano ( 21grs), que contiene un gafe y que contiene el alma de un hombre y que escapa como alma que lleva el gato hasta ganar el alfeizar de la ventana, siempre entornada,  donde el  ama de llaves duerme,  descendiendo ágilmente hasta el lecho y contemplando con ojos de gato negro espectral y voyeuristico el rostro de su amada. Y lo que no es el rostro, porque este gato, que es gato, que es hombre, que es alma y algunas otras cosas más salvo idiota, ya procura  tirar como puede hacia debajo de las sábanas y cobertores hasta visualizar lo mucho que la creativa castidad de Marion deja ver de su cuerpo en nocturno deshabillé.

¿Pueden tener las almas erecciones?

Liam está trabajando estos días en ese ensayo, y, en base a su ,que el espera temporal ,decadencia  actual en ese aspecto que relaciona con sus problemas de espalda, lo ha comenzado con la siguiente frase.. “No pueden, a veces, los cuerpos, así  que yo no esperaría demasiado “

Bien, pues este gato alma gafe voyeur y espectro sí que nota como una subida imparable a la altura de lo que llamaremos el  gramo catorce. Satisfecho con lo cual y en vista de que Marion parece que ha notado frío y tira de la manta cual sastre traidor de político electo, felinamente la negra sombra escapa por la ventana y se dirige al invernadero.

Hay una segunda historia en la que Liam trabaja, una investigación cuya finalidad os va a dejar helados, queridos lectores y, en vuestro caso, sin manta de la que tirar: Walls cree que en determinados momentos, de una manera esporádica, anecdótica si queréis, pero en cualquier caso, truculenta y terrible, es consumida carne humana en los menús que se sirven en Mansheon. Liam ha estado en  África ( su novela Incidental Hannibal  está basada en hechos reales) y mucho tendría que equivocarse para que el sabor de ciertas albóndigas no le resultase sospechoso…

Del porqué esas sospechas, activadas por el inconsciente y, puestas al rojo para ser marcadas después, como si de una res se tratara, en estos 21 gramos de gato gafe, conducen ahora a este alma, en júbilo por el gramo catorce , hacia el Invernadero de Mansheon, es algo por lo que tendréis, lectores, que esperar  hasta  la próxima entrega de estas memorias.

Ritman

2 comentarios:

  1. Ritman, imposible no reír contigo...Increíble cómo juegas con las palabras, cómo utilizas el humor hasta con planteamientos filosóficos de lo más interesantes...

    Me gusta este gato alma gafe voyeur y espectro, espero la siguiente entrada.

    Besos y un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Ya te dije que las almas no sé si tienen erecciones,pero orgasmos ..sí,ya lo creo..

    Felicitaciones,Ritman.

    ResponderEliminar

Al escrit@r que escribió este cuento le encantaría conocer tu opinión y aprovecha para darte las gracias por visitar Mhanseon.

Con la tecnología de Blogger.

© Mhanseon, AllRightsReserved.

Designed by ScreenWritersArena