Todo el mundo te mira como a un pajarito bajo una lluvia de cristales pero tu fragilidad física es engañosa. En tu mirada, bajo la dulzura, hay algo inquietante. Tal vez solo es profundidad o vacio. Cortas y pegas, solo proyectas imágenes que otros se hacen de ti y eso te muestra adorable. ¿Quién eres tú? Pronto te habrás ido. Te llevarás tu silencio, lleno de matices ininteligibles para mí. Apenas quedara algún objeto olvidado en el fondo de un cajón, cosas que no significan nada, imágenes congeladas, migajas de realidad. Tendré que acostumbrarme a dormir sin la calma que me produce tu respiración. Tu olor se volverá rancio en mi memoria. La impotencia de no saber quién eres, de tener que conformarme, es lo que me impide avanzar. Nunca me dejaste hundir las manos en tu esencia, ni un solo instante. No la habría dañado ¡joder! No lo habría hecho… No lo habría hecho… Estabas al alcance de mis dedos y no pude rozarte. Solo tocaba la superficie fría del espejo y me engañaba mansamente. Tú me dices que no es a ti a quién amo, que ésa no eres tú. No sé quién es la mujer que vive aquí y hace maletas. No sé a dónde se marchó mi niña y, sobre todo, porque no me llevó con ella. Ella no me haría tanto daño. Ahora lloras, en silencio, escuchando mis palabras, pero solo es un reflejo más.
(Fragmento de carta a Akane)
Alina
Impresionante ..
ResponderEliminarHay una escritora en Mhanseon y en NW que mantiene en su particular estancia una conversación permanente con el silencio. Y, sin embargo, es una espléndida autora. Akane lo sabe.
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