Atrapada en un lugar del espacio-tiempo indeterminado, la mansión —cuyos habitantes no pueden abandonarla pues han sido seducidos por ella —, puede despertar en cualquier lugar o época de un modo imprecedible. Eso lo decide la pluma del escritor o escritora que se aloje en Mhanseon. Pero… ¿quién vive en la mansión? Pasa y lo comprobarás.

11 de marzo de 2012

La doble personalidad de Louise por Luna




--Aquí descansa la Luna-,-- aquí descansa la luna-.

Canturreaba insistentemente una voz yendo y viniendo por la estrecha escalera de piedra que conecta el pasillo de la segunda planta para  llegar a mi habitación. De comienzo, suspendí  mi observación a las estrellas pues sabía que esa noche, Orión hacía su mayor presencia del año y por eso abandoné temprano la cena de gala. Atendí, como los aristócratas gatos con todos los sentidos en vanguardia a la voz que subía y bajaba. Lo extraño era no sentir pasos, oírlos me daba confianza de que quien caminaba por ahí era un mortal. Por fin me atreví a entreabrir la puerta y espere que el canturreo se acercara y así fue. Era Akane Fuchida, vestía un hermoso quimono amarillo, bordado en hilos azul turqueza, el cabello recogido en una moña y trenzada con hebillas de murano. Sus rasgos orientales no le dejaban mentir su origen. Tanto sus ojos como los labios formaban un artístico juego de líneas verticales. De inmediato abrí la puerta 

--Tu debes ser Akane-. Dije, sonriendo.

Ella soltó las líneas de sus ojos y sus labios y los entornó en óvalos graciosos y respondió,

 --si, y sé que tu eres Luna-,- igual sonreí y volví a interrogar, --y ¿ tu, como lo sabes?-. 

Entonces volvió a canturrear con su voz de flauta, --Aquí descansa la luna--, -¡claro! caí en cuenta, que tonta era, mi nombre había sido delatado por la inscripción de la habitación. Ella terminó su canto y me hizo una reverencia japonesa, después extendió su brazo, apoyó la mano en la puerta y dijo:

 --Se que miras todas las noches las estrellas-, 

--si lo hago, cómo lo sabes?-pregunté- 

--Mi habitación está hacia el interior de Mhanseon y la ventana mira en diagonal a este altillo, veo cuando giras el tubo y escucho cuando cambias los objetivos. Me he llenado de curiosidad, pues mis poemas hablan de los cuerpos celestes, mas nunca los he visto más allá de lo que siento-.  


De pronto nos interrumpió la conversación alguien que vociferaba maldiciendo el tiempo, gritaba, daba alarmas de presencia de enemigos. 

--¿Y eso?-, pregunté con mis ojos a Akane. 

Ella silenció y me indicó con la mano un espere y con el índice de la otra mano un silencio. Después me dijo al oído, --es una historia larga-. Soltó.

–Pero quien será-, insistí también a su oído-.

--Es la otra Louise-, cuchichió. 

--¡La otra Louise!, acaso ¿cuántas Louises, viven en Mhanseon?-. 

--Una sola, es mejor que nos veamos mañana y continuemos hablando. Lo que viene ahora de Louise, puede despertar a todos los huéspedes y para eso es mejor estar cada quien es su habitación. No le abras la puerta a nadie. A propósito que viste esta noche en el cielo? Preguntó. 

–Un cielo tormentoso me parece-respondí.

--Te prometo para mañana un plan, después del desayuno. Lo aceptas?- pregunto algo cauta. 

–Claro-, respondí con cierto sabor amargo. Una Akane, que me interrumpe a media noche y alguien  maldiciendo al tiempo, llamando auxilios; a cualquiera se le ponen los pelos de punta y la piel de gallina.

Ese resto de noche-madrugada, para que mentir, no pude pegar los ojos, la voz se prolongó por dos o más horas, mientras de las habitaciones de los huéspedes se veían los reflejos de las linternas de sus móviles tratando de encontrar la responsable de esas blasfemias y de vez en vez, los resortes de las camas tal vez de los que no podían dormir y les sobrevenían pesadillas.

Entre entusiasmada y curiosa, como buena Eva que soy, me dispuse a ducharme, mirar las fotos de mi familia y regalarles un beso, de esos que damos a los ausentes, me vestí y me encapoté, para esperar a Akane, en una de las puertas laterales de Mhanseon que da al lugar donde pernoctaban los carruajes en otras épocas. Según los rastros que hay de ellos y las recomendaciones de Arthur, cuando se pasa por ahí. Para que negar, quería saber de los secretos que tenía Akane sobre Louise y lo más importante. El Plan. ¿De qué plan hablaba con tanto secreto? ¿Qué sería aquello que la tenía con tanta atención?

Ella venía de nuevo con sus tres líneas verticales enfiladas de su rostro, se puso frente a mí, repitiendo la pequeña reverencia y pues yo igual la hice para ella. No tenía la menor idea si había que hacerla, pero la hice. 

--¿Cual es el plan?- pregunté.

--El plan comienza por el desayuno, tengo hambre, no creo que hayas desayunado. A esta hora aún duerme Arthur y Marion. Así que vamos a la cocina y tomamos el desayuno-. Así lo hicimos, compartimos manzana fresca y tajada con cereal en leche tibia y luego café acompañado de tostadas. Terminado el desayuno, recogimos las tazas usadas, dejamos todos en orden y buscamos en el salón la mejor esquina. La de la complicidad. Todo salón la tiene.

--Luna, yo he visto a Louise hablando contigo en dos oportunidades-, y me clavó sus ojos rasgados guardando un breve silencio. Me sentí censurada. Cuando intenté decir algo, ella prosiguió. 

–Tú estabas hablando con la otra Louise, no, con la de anoche-. Me refirió.

–Sigo sin entender Akane-, repliqué. –Anoche me decías que solo había una Louise, y, por que me hablas de la otra?

--Louise, maneja dos personalidades, una dulce y amorosa y otra dura y agreste-. Me murmuró muy cerca.

–¡Ah!, comprendo-, respondí.

--Para eso es el plan-. Dijo, desplazando sus ojos y verificando que nadie la escuchara.

--Hasta ahora, solo me anuncias el plan, y pues, ya me pones nerviosa.—¿Cuál es tu plan?- pregunté, ya algo inquieta. Tanto como cuando me dicen, -¡te tengo una sorpresa!- y yo pregunto- ¿¡cuál es la sorpresa!?, ¡cuenta cuenta!,- casi al ruego. Trabajo de la ansiedad que provoca el saber de inmediato.

--Seguirla, mirar que hay tras de ella, que la atormenta, que no la deja sonreír, que la ha mantenido aislada del grupo de escritores que habitamos a Mhanseon y que no permite que la vean lo  huéspedes actuales, a no ser porque sienta que le invaden un territorio que tampoco es de ella, porque es del conde Torn y recrimine o hasta golpee, como ya lo ha hecho-. Puntualizó.

--¿Para qué quieres saber su pasado y para que me quieres a mí en tu plan? Pregunté intrigada.

--Yo he tenido grandes duelos, pero creo que los de Louise, me superan. Ella es fuerte físicamente y débil espiritual. Quizás, si quieres ayudar, pudiéramos apoyarla y comprenderla al menos un poco. Creo que eres la persona que necesito en mi Plan porque en las ocasiones que te he visto con ella, está de su lado dulce y eso favorece-. Fue diciendo y ahora entendía la razón de buscar la complicidad de alguien.

--Akane, sabes tú que Louise se transforma? Yo creía que ella era un fantasma-. Dije recordando los dos pasajes en la bodega cuando me contó sobre su vida y la vi convertida en nube, pero no me atreví a decir nada en ese momento sobre las conversaciones, porque ellas habían sido parte de un secreto que yo le guardaría.

--Es eso, lo que pretende el plan, saber más de Louise, incluso, si aun no lo sabías, tiene la capacidad de salirse de la fotografía del salón y volver a ella. Al comienzo, yo sentía miedo, mucho miedo, porque creía que era un espejismo cuando pasaba y veía el marco sin su imagen, pero luego nos fuimos acostumbrando, como se acostumbra el enfermo mental a su hospital y a sus peculiares sucesos con el paso del tiempo-. Concluyó la chica.

--Alguien más en Mhanseon tiene curiosidad por saber de la vida de Louise, o alguien que también se preocupe por apoyarla?-. pregunté de nuevo.

--Si por supuesto, y terminan haciéndose a un lado. Pasa como te he dicho del enfermo mental en su hospital-. 
Respondió al tiempo que despedía una sonrisa de labios apretados y frunciendo ligeramente los hombros.

--Aquí descansa la Luna-, me canturreó de nuevo. Las dos nos correspondimos una risa.

--Uno de mis mejores amigos es Benjamín Cooper, ¿lo distingues? -.Preguntó.

--Si, claro ,es un moreno muy agradable y toca instrumentos de viento maravillosamente. Su pasión es hablar de José Martí y sus poemas-. aclaré.

--Si, un ilustre hombre de Cuba, destacado periodista, político, filósofo y poeta-. Continué.
--Si, si, a propósito, Benjamín acostumbra a declamar frente a la chimenea los viernes después de la cena. El poema que mas que gusta de Martí dice así: Cultivo una rosa blanca/ En Junio como en Enero,/
Para el amigo sincero,/ Que me da su mano franca./ Y para el cruel que me arranca/ Y para el cruel que me arranca/ / Cardo ni ortiga cultivo/ cultivo una rosa blanca.
Y cantamos otro muy largo y lindo que empieza así: 
“Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma.
Y antes de morirme quiero
Echar mis versos del alma”.
Akane cantaba en un español jalado desde el acento japonés que se le escuchaba muy gracioso. 
--Entonces podría ayudar Benjamín, ¿no crees?-. dije retomando el hilo de la conversación.
--Yo creo que si hay alguien que me ayude él se anima: tu sabes, andar en silla de ruedas todo el tiempo no es fácil movilidad-.dijo satisfecha.
--Crees que podríamos reunirnos con él para ajustar el plan?- pregunté desprevenidamente.
--¿Eso quiere decir… que entras en mi plan?-, preguntó con el brillo de sus ojos.
-- Veo que es una razón justa-. Puntualicé.
--Hablaré con Benjamín Cooper y nos daremos hora y lugar para comenzar el plan de rescate de Louise. Concluyó Akane.

Luna (Rosaura Mestizo)








2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho el relato.
    Sobre todo me ha encantado en el inicio. Y me ha recordado en algunos aspectos a Cumbres Borrascosas,tenebroso y lleno de misterio.

    Tengo un pero.

    Para mi gusto, lo has alargado más de lo necesario en el final y le ha hecho perder intensidad.

    De cualquier modo, muy bueno.

    Me encanta: hebillas de murano.

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  2. Querida Luna, me ha gustado la idea de la dualidad de Louise. Todos tenemos un lado oscuro y desarrollamos esa duplicidad. Somos seres de luces y sombras buscando un equilibrio dinámico.

    Interesante tema que puede llevarnos a muchas reflexiones.

    Besos y un fuerte abrazo.

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